Tratamiento en casos de agresión sexual
Después de una agresión sexual, es normal sentir rabia, temor e incluso vergüenza. Pero trate de que estos sentimientos no le impidan conseguir atención médica y psicológica. El tratamiento médico puede ser de ayuda para recuperar tanto la salud física como la emocional.
En muchas comunidades hay salas de emergencia de hospitales y clínicas especiales que cuentan con personal capacitado específicamente para tratar víctimas de violación y agresión sexual. El personal del hospital o la policía pueden ayudar con recursos de apoyo gratuitos como los siguientes:
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Red Nacional contra la Violación, el Abuso y el Incesto (Rape, Abuse, and Incest National Network, RAINN), en www.rainn.org o al 800-656-HOPE (800-656-4673). Es confidencial y está disponible las 24 horas, los 7 días de la semana.
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Centro de Recursos VictimConnect (VictimConnect Resource Center), en www.victimconnect.org o al 855-4VICTIM (855-484-2846). Dispone de llamadas, mensajes de texto y una opción de chat en línea.
Qué sucederá en la sala de emergencias
Le preguntarán acerca de la violación o agresión. Estas preguntas pueden ser dolorosas. Pero son importantes para que pueda recibir ayuda. Un amigo o terapeuta puede brindarle apoyo. A continuación, un proveedor de atención médica la examinará con cuidado. En caso de que brinde su consentimiento, le tomarán fotografías de cualquier magulladura que tenga. Le harán análisis de sangre para ver si está embarazada o si ha contraído una infección de transmisión sexual. También podrían tomarle muestras de la boca, la vagina o el recto. Estas muestras se analizarán en un laboratorio para ver si contienen semen (el líquido que transporta los espermatozoides). También podrían tomar otras muestras de la ropa o por debajo de las uñas. Si decide hacer una denuncia policial, estas muestras pueden usarse como prueba. Además, un proveedor de atención médica le hablará sobre lo siguiente:
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Infecciones de trasmisión sexual. Una agresión sexual aumenta el riesgo de contraer infecciones. Entre ellas, gonorrea, clamidia, sífilis y hepatitis viral (hepatitis B o C). Puede optar por recibir tratamiento inmediato para algunas de estas enfermedades. O bien esperar a tener los resultados de las pruebas.
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VIH. Una agresión sexual la expone a un riesgo muy bajo de contraer el VIH. El VIH es el virus que causa el SIDA. Se le ofrecerá la posibilidad de recibir medicamentos para protegerse del virus.
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Embarazo. Si el embarazo es una posibilidad, puede optar por un tratamiento sencillo para evitar quedar embarazada. Su proveedor de atención médica le puede explicar otras opciones.
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Drogas para violación. También puede pedirle al personal del hospital o de la clínica que analice su orina para detectar drogas que se usan para violación, como el Rohypnol o el GHB (ácido gamma-hidroxibutírico). Estas drogas se eliminan del cuerpo rápidamente. Así que si pasa mucho tiempo hasta que llega al hospital, podría ser que no se las encuentre.
Atención de seguimiento
Asegúrese de visitar a su proveedor de atención médica una o dos semanas después de la agresión sexual. Puede que aún le resulte muy difícil hablar de lo que ocurrió. Considere pedirle a un amigo que la acompañe a la cita. Si tiene dificultades para hablar de la agresión, esta persona podría ayudar. Recibirá resultados de las pruebas realizadas en la sala de emergencias. El proveedor de atención médica puede ayudar a entender los resultados de las pruebas. También puede ayudar a encontrar servicios y grupos de apoyo para sobrevivientes de agresiones sexuales. Es muy importante cuidar de su bienestar emocional y psicológico después de una agresión sexual. Visite a un terapeuta, psicólogo, psiquiatra o un centro de crisis por violación para recibir ayuda.
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