Beba mucho líquido. Esto ayuda a prevenir la pérdida de demasiada cantidad de líquidos (deshidratación). Los líquidos deben contener agua, sal y azúcar. La solución de rehidratación oral (SRO), una mezcla de glucosa y sodio, es la que mejor funciona. Puede comprarla sin receta.

No tome bebidas con cafeína. No beba alcohol, café, té ni leche. Estos pueden irritar los intestinos y empeorar los síntomas.

Evite las frutas y verduras que puedan provocar gases. Estos incluyen brócoli, pimientos, frijoles, guisantes, bayas, ciruelas pasas, garbanzos, verduras de hojas verdes y maíz.

No beba jugos de frutas ni líquidos con alto contenido de azúcar.

Primero chupe trocitos de hielo si beber líquidos lo provoca malestares.

Coma más alimentos con almidón, como arroz, cereales y galletas saladas. No coma alimentos rojos. Podrían tener el mismo aspecto que la sangre en la diarrea.

Regrese lentamente a su dieta normal. Es posible que al principio quiera comer alimentos blandos, como arroz y tostadas. Es posible que deba evitar determinados alimentos durante un tiempo, como los productos lácteos. Pueden empeorarle los síntomas. Pregunte a su proveedor de atención médica si hay algún otro alimento que deba evitar.

Si su médico le recetó antibióticos, tómelos según las indicaciones. No deje de tomarlos solo porque se siente mejor. Debe tomar el ciclo completo de antibióticos.

No tome medicamentos antidiarreicos sin consultar primero a su proveedor.

Tenga en cuenta que puede ser infecciosa. Lávese las manos con frecuencia con jabón y agua corriente limpia. O bien, use un desinfectante a base de alcohol que contenga al menos 60 % de alcohol.

Tiene escalofríos o fiebre de 38,0 °C ( 100,4 °F) o más, o según las indicaciones de su proveedor.

Tiene dolor intenso.

La diarrea empeora o tiene diarrea durante más de 2 días.

El vómito o las heces contienen sangre.

Tiene síntomas de deshidratación (mareos, boca y lengua secas, pulso rápido, orina oscura).