Cuando sospecha que su hijo consume alcohol o drogas
Uno de los mayores temores de muchos padres es el consumo de alcohol o drogas en sus hijos. El consumo de alcohol o drogas puede ser nocivo para el cerebro en crecimiento de un niño. Y el consumo puede convertirse en adicción. Por lo tanto, es un problema grave. Si sospecha que su hijo consume, tome medidas. Obtener ayuda y atención a tiempo permite alcanzar el mejor resultado. Primero, hable con su hijo de manera comprensiva, no de manera acusatoria. Luego, obtenga ayuda de profesionales. A continuación, se mencionan algunos consejos que servirán de guía.
Señales de advertencia de un posible consumo de alcohol o drogas
Los siguientes pueden ser signos de que un adolescente consume alcohol o drogas:
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Una disminución repentina y marcada de las notas en la escuela
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Tiene más secretos en torno a sus pertenencias o a las actividades que hace
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Cambios de amistades
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Cambios repentinos en la personalidad o en el estado de ánimo
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Comportamiento irresponsable
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Aumento de las discusiones y del incumplimiento de normas
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Uso de elementos para refrescar el aliento y de esencias ambientales
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Fumar cigarrillos
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Ojos rojos o vidriosos, cambios en el tamaño de las pupilas
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Parece "con resaca"
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Hable con su hijo
Hablar con los adolescentes suele ser difícil. Y hablar de temas delicados, como las drogas, puede ser mucho más complicado. Estos consejos pueden resultar útiles:
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Siente a su hijo y hablen cara a cara.
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Dígale cuáles son sus preocupaciones. Especifique lo que nota en el comportamiento de su hijo y qué le preocupa.
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Sepa que su hijo puede negar el consumo de drogas o alcohol. No discuta. El objetivo es sacar el tema y abrir una conversación al respecto.
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Explique que, como padre o madre, su trabajo es proteger a sus hijos, y que las drogas y el alcohol son peligrosos. Si hay alguna posibilidad de que su hijo esté consumiendo, debe tomar medidas.
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Mantenga un tono firme y cariñoso, que no sea acusatorio ni enfadado. No pierda la calma. Demostrar enojo probablemente haga que su hijo se aleje de usted y así será más difícil ayudarlo.
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Si su hijo le pregunta si usted consumió drogas o alcohol en el pasado o consume en la actualidad, sea sincero. Pero no se detenga en hablar sobre su consumo. En cambio, enfóquese en las consecuencias potencialmente graves del consumo de drogas en su propia vida y en la vida de otros adultos.
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Sepa que la conversación será continua. Una sola charla nunca es suficiente.
Hable con el proveedor de atención médica de su hijo
Informe al proveedor de atención médica de su hijo acerca de sus preocupaciones y de lo que nota en su hijo. El proveedor de atención médica del niño puede ayudar de la siguiente manera:
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Puede hablar con su hijo sobre los peligros que representa el consumo de alcohol y drogas
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Puede sugerir otras medidas para seguir
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Puede derivarlo a programas de tratamiento o a otros profesionales de atención de la salud que pueden ayudarlo con este problema
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Puede planificar un tratamiento para su hijo
Tenga en cuenta que el proveedor de atención médica del niño puede conversar de manera confidencial con su hijo acerca del consumo de alcohol y drogas. Esto significa que el proveedor de atención médica no puede decirle lo que hablaron. De esta manera, se fomenta la comunicación entre su hijo y el proveedor de atención médica. Hable con el proveedor de atención médica de su hijo para saber más al respecto.
Sea la contención de su hijo
Deje muy en claro que su hijo puede llamarlo si está borracho o drogado y necesita llegar a casa o si tiene algún otro problema. Asegúrese de que su hijo sepa que, aunque está en contra del consumo de alcohol o drogas, lo que más le preocupa es la seguridad del niño.
Ayude a prevenir el consumo y la adicción
Las sugerencias incluyen lo siguiente:
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Dé el ejemplo. Una de las mejores maneras de prevenir el consumo de drogas y alcohol por parte de su hijo es dar el ejemplo del comportamiento que desea ver. En los estudios, se demostró que, si los padres fuman, beben o consumen drogas, sus hijos son más propensos a seguir estos pasos también. No fume, no consuma drogas, bebe con moderación o no beba, y nunca beba y conduzca.
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Comuníquese. Comience a hablar con su hijo acerca de los peligros de las drogas y del consumo de alcohol en menores de edad cuando son jóvenes. Según la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias, aproximadamente uno de cada diez niños de 12 años dice haber probado el alcohol. Hacia la edad de 15 años, esa cifra se eleva a uno de cada dos niños. Casi siete de cada diez estudiantes de secundaria habrán probado el alcohol. Dígale a su hijo con regularidad que no está de acuerdo con el consumo de drogas y de alcohol en menores de edad. Asegúrese de que su hijo conozca los peligros del consumo de drogas o alcohol y de que siempre puede acudir a usted si tienen preguntas sobre el alcohol y las drogas.
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Fomente las actividades. Anime a su hijo a participar en actividades organizadas que le brinden un sentido de propósito y pertenencia. Algunos ejemplos son los deportes de equipo e individuales, las artes marciales, las clases de música o arte, los grupos religiosos, los grupos de jóvenes o los programas de voluntariado.
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Manténgase informado. Conozca a los amigos y los horarios de su hijo. Dígale a su hijo que se comunique con usted cada tanto para que sepa dónde está, con quién está y qué está haciendo.
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