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Cáncer: prevención y pruebas de detección

Es probable que conozca a alguien que haya tenido cáncer. Desafortunadamente, afecta a muchas personas. La buena noticia es que hay formas de prevenir algunos tipos de cáncer. Por ejemplo, establecer hábitos saludables y someterse a pruebas de rutina para detección de cáncer.

¿No sabe por dónde empezar? Háblelo con el proveedor de atención médica. Según su grupo étnico, edad, historia clínica y antecedentes familiares, le indicarán qué tipo de pruebas de detección de cáncer necesita. También pueden actuar como un socio de confianza para elaborar un plan de hábitos saludables.

Factores de riesgo

Un factor de riesgo es todo aquello que puede aumentar las probabilidades de tener una enfermedad. Estas son algunas de las cosas que debe saber sobre los factores de riesgo del cáncer:

  • Los factores de riesgo pueden aumentar el riesgo de una persona. Pero no siempre son la causa de la enfermedad.

  • Algunas personas con uno o más factores de riesgo nunca desarrollan cáncer. Algunas personas con cáncer no tienen factores de riesgo conocidos.

  • Algunos factores de riesgo se conocen con exactitud. Pero aún se está investigando sobre los factores de riesgo de muchos tipos de cáncer.

Algunos factores de riesgo, como los antecedentes familiares y la edad, no se pueden controlar. Pero hay hábitos que sí se pueden cambiar. Conocer los factores de riesgo puede ayudar a que las personas hagan elecciones que reduzcan el riesgo. Por ejemplo, si un factor de riesgo es la alimentación poco saludable, podría empezar a elegir alimentos más saludables. Si el exceso de peso es un factor de riesgo, hable con el proveedor de atención médica acerca de cómo bajar de peso.

El primer paso para desarrollar hábitos de prevención del cáncer es identificar los factores de riesgo. El proveedor de atención médica puede brindarle ayuda. Algunos de los factores de riesgo del cáncer incluyen lo siguiente:

  • Consumo de tabaco

  • Exponerse a demasiada radiación ultravioleta (UV) del sol

  • Ingerir carnes rojas y procesadas

  • Beber alcohol

  • Tener infecciones como la hepatitis B y el virus del papiloma humano (VPH)

  • Tomar medicamentos inmunosupresores luego de un trasplante de órgano

  • Exponerse a la contaminación, el radón o el asbesto

Algunos de estos factores de riesgo son inevitables. Lo importante es enfocarse en los factores de riesgo que se pueden controlar.

Consejos de prevención

La lista a continuación es un buen comienzo para mantenerse saludable y reducir el riesgo de padecer cáncer. Es probable que ya incluya algunas de las sugerencias en sus hábitos cotidianos. Tenga en cuenta que no necesita abordar cada elemento en la lista de inmediato. Enfocarse en unos pocos objetivos a la vez puede tener una gran incidencia. Colabore con el proveedor para decidir a qué desea darle prioridad.

  • Come muchas frutas, vegetales y cereales integrales. Trate de incorporar productos como tomates, brócoli y bayas en las comidas que ya disfruta. Por ejemplo, puede agregar verduras a una receta de lasaña. Los frijoles, las arvejas y las lentejas también son grandes incorporaciones para reducir el riesgo del cáncer. Los productos frescos, congelados o enlatados con bajo contenido de sal son todas opciones excelentes para elegir.

  • Limite la cantidad o evite por completo las carnes rojas o procesadas, las bebidas azucaradas y los alimentos muy procesados. Integre sus comidas diarias con pescado, pollo, frijoles, vegetales, frutas y cereales integrales. Consuma alimentos como hamburguesas, refrescos y helados de forma esporádica.

  • Póngase en movimiento. Esto puede significar algo diferente para cada persona. La actividad física no tiene por qué consistir en ejercicios intensos. El mejor tipo de movimiento es el que disfruta y que se adapta a su estilo de vida. ¿No le gusta levantar pesas? ¡No lo haga! La actividad física puede ser algo tan sencillo como salir a caminar. Para hacerlo divertido, invite a sus familiares y amigos a moverse con usted. Sea cual sea el tipo de actividad física que elija, trate de hacerla durante al menos 30 minutos casi todos los días. Los adultos deben apuntar a hacer 150 minutos de actividad por semana. Esto se puede dividir en períodos de tiempo más cortos.

  • Alcance un peso adecuado según sus objetivos de salud. El sobrepeso se ha relacionado con muchos tipos de cáncer. Pero hay un aspecto positivo: una alimentación saludable y sus objetivos de actividad física pueden ayudarlo a perder algo de peso si lo necesita. Tampoco tiene que ser mucho peso. Con solo perder entre un 5 % y un 10 % de su peso corporal, puede reducir el riesgo de padecer cáncer. Por ejemplo, si pesa 90.72 kg (200 libras), perder el 5 % es solo 4.5 kg (10 libras). Consulte con el proveedor sobre su peso objetivo y las estrategias para alcanzarlo.

  • No consuma tabaco. Los productos de tabaco se han relacionado con varios tipos de cáncer. Estos incluyen cáncer de pulmón, cáncer de esófago y cáncer de estómago. Si necesita ayuda para dejar de fumar, hable con el proveedor o visite www.smokefree.gov para acceder a los recursos disponibles.

  • Evite o limite el consumo de alcohol. Lo mejor es no beber alcohol. Si bebe alcohol, limite el consumo a 1 vaso al día o menos si es mujer y 2 vasos al día o menos si es hombre. Esto reducirá el riesgo de padecer algunos cánceres. Por ejemplo, cáncer de boca, de garganta, de mama, de colon, de recto, de esófago y de hígado.

  • Protéjase la piel contra el sol. Puede disfrutar del aire libre y, a la vez, reducir el riesgo de padecer cáncer. Utilice protector solar, sombrero, ropa y anteojos de sol para proteger su piel de la luz ultravioleta. Reduzca su exposición al sol entre las 10 a. m. y las 4 p. m., cuando el sol está más fuerte. Use un protector solar de espectro amplio con FPS de 30 o más alto.

Pautas para las pruebas de detección de cáncer

La segunda parte de la prevención del cáncer es hacerse chequeos. Las pruebas de detección permiten encontrar el cáncer antes de que la persona presente síntomas. Suele ser más fácil tratar las células precancerosas y cancerosas cuando se detectan de forma temprana, antes de que se propaguen.

Hable con el proveedor de atención médica para determinar las pruebas de detección que necesita. Es posible que las recomendaciones sean en función de su edad y antecedentes familiares. También es posible que deba hacerse pruebas de detección más seguido según sus factores de riesgo.

Los tipos de pruebas de detección de cáncer más comunes incluyen las siguientes:

  • Mamografías. Este examen permite detectar el cáncer de mama. La Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (ACS, por su sigla en inglés) recomienda a las mujeres empezar con las pruebas de detección anualmente a partir de los 45 años. Las mujeres entre 40 y 44 años tienen la opción de empezar a hacerse mamografías anuales si así lo desean. Hable con el proveedor sobre cuándo debería empezar a hacerse chequeos. Podrá ayudarlo a determinar el momento adecuado para usted. Todas las mujeres deberían estar familiarizadas con la apariencia y la sensación al tacto habitual de sus mamas. Informe cualquier cambio al proveedor de inmediato.

  • Pruebas de detección de cáncer de cuello uterino. Este examen puede incluir una prueba de Papanicolaou, una prueba de VPH o una combinación de ambos. La ACS recomienda empezar estas pruebas de detección a los 25 años. Hable con el proveedor sobre un cronograma que sea adecuado para usted.

  • Pruebas de detección de cáncer colorrectal. Este examen permite detectar el cáncer colorrectal. Hay varias opciones de pruebas de detección, incluida una colonoscopia y una prueba basada en heces. La ACS recomienda empezar a hacerse pruebas de detección de este tipo de cáncer a los 45 años si tiene un riesgo promedio. Consulte al proveedor cuándo puede comenzar y qué opciones de prueba se encuentran disponibles.

  • Cáncer de pulmón. El Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF, por su sigla en inglés) recomienda hacerse pruebas de detección de cáncer de pulmón mediante tomografía computarizada con dosis baja de contraste (LDCT, por su sigla en inglés) para personas de 50 a 80 años de edad que actualmente fuman o que han dejado de fumar en los últimos 15 años y que tienen antecedentes de haber fumado al menos 20 paquetes de cigarrillos al año. Pregunte al proveedor si sería adecuado en su caso hacerse pruebas de detección de cáncer de pulmón.

Además de las pruebas de detección oficiales, puede prestar atención por su cuenta para observar si detecta signos de cáncer también. Puede controlar cualquier lunar en la piel y ver si hay cambios repentinos en cuanto a la forma, el color o el tamaño.

Si nota algo que le preocupe, comuníquese con el proveedor lo antes posible.

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