¿Por qué necesito que se reemplace mi dispositivo cardíaco implantable?

Un dispositivo cardíaco implantable funciona con una batería. Esa batería puede durar algunos años o más. La vida útil de la batería depende de la frecuencia con la que trabaje el dispositivo para controlar su ritmo cardíaco. Un medidor le informa a su proveedor de atención médica cuando la batería está baja. Cuando le quedan solo unos pocos meses de energía, se recomienda obtener un nuevo dispositivo. Si la batería se agota, es posible que el dispositivo no funcione bien o que pase al modo de bajo consumo. Tal vez haya que reemplazar un dispositivo antes si este deja de funcionar correctamente o si usted tiene una infección.

¿Qué sucede cuando se reemplaza mi dispositivo cardíaco implantable?

El procedimiento para reemplazar su dispositivo es más corto y más sencillo que cuando se colocó por primera vez. A menudo se hace de forma ambulatoria (puede regresar a casa el mismo día). En muchos casos, solo es necesario reemplazar el generador. Si los cables (derivaciones) que conectan el dispositivo al corazón funcionan bien, no necesitará cables nuevos.

Qué sucede:

• La piel que recubre el dispositivo se esteriliza y cubre con un paño estéril.

• Se realiza una nueva incisión (corte) sobre la vieja.

• El dispositivo se saca de su bolsillo.

• Se revisan las derivaciones para asegurarse de que funcionen correctamente.

• El proveedor de atención médica desconecta el dispositivo viejo de las derivaciones.

• El proveedor conecta el dispositivo nuevo a las derivaciones. Se evalúa el dispositivo para asegurarse de que funcione correctamente.

• El dispositivo se vuelve a colocar debajo de la piel.

• Se cierra el corte.

• El proveedor programa los parámetros del dispositivo para ayudar correctamente al corazón.

¿Cuáles son los riesgos de reemplazar un dispositivo cardíaco implantable?

El riesgo grave más frecuente es la infección. Otros riesgos incluyen:

• Sangrado.

• Hematomas graves.

• Hinchazón en el lugar de la incisión.