Información de salud

Cómo manejar el dolor de su hijo

La mayoría de los niños requieren tratamiento para el dolor mientras están hospitalizados. El proveedor de atención médica de su hijo evaluará el dolor del niño y le recetará analgésicos (calmantes) según la necesidad. Puede apoyar y acompañar a su hijo en el hospital para ayudarlo. Pero lo más importante es que puede avisar al equipo de atención médica si nota alguna señal de dolor o molestia en su hijo.

¿Cómo se evalúa el dolor de su hijo?

Los niños expresan su dolor de forma diferente de como lo hacen los adultos. Podría usarse una escala especial para ayudar a su hijo a describir su dolor. Esta escala puede tener expresiones faciales o números. Los cambios en su comportamiento físico y emocional también pueden dar pistas acerca del nivel de su dolor.

Escala de dolor.
El proveedor de atención médica podría usar una escala especial para evaluar el nivel de dolor de su hijo.

¿Qué tipo de analgésicos recibirá su hijo?

Hay muchos tipos distintos de analgésicos. El tipo que su hijo reciba dependerá de la causa del dolor del niño y de los resultados de la evaluación de su dolor. También intervienen ciertos factores como la edad de su hijo, su peso y su historia clínica. Quizás le preocupe la posibilidad de que su hijo desarrolle una dependencia a estos medicamentos. Sin embargo, estos calmantes se administran en cantidades controladas y durante un plazo definido. El proveedor de atención médica de su hijo podrá aclarar cualquiera de sus preguntas o inquietudes.

Maneras de administrar los analgésicos

  • Pastillas, comprimidos o líquido. Se toman por vía oral (por la boca). Algunos se tragan y otros se disuelven en la boca.

  • Supositorios. Se colocan en el recto, desde donde el medicamento se absorbe al interior del cuerpo.

  • Parche transdérmico. Se lo adhiere sobre la piel para administrar analgésicos que se absorben de allí al interior del cuerpo.

  • Administración por vía intravenosa. Se introduce una sonda IV (pequeño tubo) en una vena del cuerpo para administrar analgésicos.

  • Bomba de analgesia controlada por el paciente (PCA, por su sigla en inglés). La bomba PCA emplea una sonda IV para administrar los medicamentos. El niño puede oprimir un botón y obtener más medicamento cuando lo necesite. Ciertas características de seguridad de la bomba impiden que el niño reciba un exceso de medicamento.

  • Inyección intramuscular. Se inyecta un medicamento directamente en un músculo, desde donde el cuerpo lo absorbe.

  • Anestesia regional. Este tipo de anestesia es un calmante especial que se administra cerca de la columna vertebral. Estos métodos (epidural o espinal) bloquean el dolor en una parte del cuerpo, generalmente de la cintura para abajo.

¿Cuáles son los efectos secundarios de los analgésicos?

Su hijo podría tener algunos efectos secundarios. Generalmente, desaparecen cuando se deja de tomar los medicamentos. Los siguientes son algunos efectos secundarios posibles:

  • Estreñimiento

  • Somnolencia

  • Retención de orina (el niño no puede expulsar la orina del cuerpo)

  • Náuseas y vómitos

  • Euforia (el niño siente felicidad extrema por un breve tiempo)

  • Alucinaciones (el niño ve cosas que no existen)

  • Reacción alérgica (el cuerpo del niño reacciona mal a los analgésicos)

¿Cómo puede usted ayudar a manejar el dolor de su hijo?

  • Aprenda todo lo que pueda sobre el problema de salud de su hijo. Es posible que su hijo detecte sus temores e inquietudes. Si usted mantiene una actitud positiva y optimista, podrá aliviar en parte las ansiedades y molestias de su hijo.

  • Si nota alguna señal de dolor en su hijo, avise a los proveedores de atención médica. Quizás pueda detectar en las expresiones del niño si su hijo tiene dolor. Además, es posible que el niño se ponga irritable, tenga fluctuaciones del estado de ánimo, llore más a menudo, pierda el apetito o se retraiga. Como usted conoce a su hijo mejor que nadie, es la persona más indicada para saber si estos cambios de conducta sugieren la posibilidad de algún problema.

  • Si su hijo va a sentir dolor a causa de algún procedimiento médico, háblele abiertamente. Explíquele el procedimiento y conteste las preguntas con sinceridad. Para tranquilizar a su hijo, dígale que se quedará a su lado o que estará cerca durante los procedimientos.

  • Si su hijo tiene dolor, usted puede ayudarlo tocándolo y abrazándolo. Acaríciele el cabello o tómele la mano. Juegue con el niño, miren videos o lean libros juntos. Tráigale al hospital artículos de la casa que lo reconforten, como su manta o animal de peluche favoritos. También puede servirle de ayuda practicar técnicas de relajación como hacer burbujas, escuchar música, y respirar hondo y despacio.

  • Pida al proveedor de atención médica de su hijo que le recomiende otros recursos para controlar el dolor del niño.

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