Examen de la audición

En la mayoría de los casos, lo derivarán para hacerse un examen de la audición. La razón de esto es que el nervio que envía las señales del equilibrio es el mismo que envía las señales de la audición. Un problema que afecte el equilibrio también puede afectar la audición.

Otras pruebas

El ENT podría recomendarle más de un tipo de prueba. Estas pruebas no son dolorosas. Sin embargo, algunas pueden causarle mareos.

• Resonancia magnética (MRI, por su sigla en inglés). Permite crear imágenes del oído o la cabeza. Se utilizan un campo magnético y un medio de contraste para producir la imagen.

• Electronistagmografía (ENG, por su sigla en inglés). Registra los movimientos del ojo. Se colocan unos pequeños electrodos en la piel que rodea a los ojos. Luego se llena el oído con agua tibia o fría. Por lo general, esto hace que los ojos se muevan rápido en una dirección (nistagmo).

• Pruebas de rotación. Muestran la relación que hay entre el oído interno y los ojos. Podrían pedirle que se ponga anteojos especiales o que se siente en una silla especial.

• Posturografía. Evalúa el equilibrio de pie en diversas condiciones. Deberá pararse sobre una plataforma. Esta mide los cambios del peso corporal. 

• Electrococleografía (ECoG, por su sigla en inglés). Mide la presión de líquido en el oído interno. Un resultado anormal de este estudio puede significar que tiene enfermedad de Ménière o algún otro problema de salud.

• Potenciales miogénicos evocados vestibulares (VEMP, por su sigla en inglés). Esta prueba se puede usar si el ENT sospecha la presencia de una afección poco frecuente, como dehiscencia del canal semicircular superior. Es un agujero en el hueso que cubre la parte del oído interno por donde circula líquido y donde se regula el equilibrio. Para esta prueba, le colocan electrodos en el cuello. Oirá sonidos de clic en el oído.